Eva y Carlos se casaron en la iglesia de Carbonero, cuyo retablo es de los más bonitos de toda la zona. Para la fotografia entre la ceremonia y el cóctel nos desplazamos a una preciosa finca privada. En lugares así, encontrar la belleza en las fotos de boda de los novios siempre es más fácil. Un ambiente íntimo y relajado, donde Eva y Carlos se mostraron naturales y, cómo no, felices!. Recuerdo un calor abrasador, y aguantaron la sesión fotográfica como campeones.
Para el banquete nos desplazamos a Cuéllar. Precioso pueblo famoso entre otras cosas por sus encierros y patrimonio. En concreto al Restaurante Florida
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