Recuerdo la boda de Ana y Martín con mucho cariño. Fue divertidísima de principio a fin y tuvo música en directo (muy buena) a cargo de Earnest.
Los novios concibieron el banquete como un cocktail continuo y nadie paró de bailar mientras cenaban. Incluída yo!, mientras realizaba la fotografía de la boda en el Hostal.
Todo, desde la Ceremonia al banquete, se celebró en el Hotel Rural Del Verde al Amarillo, propiedad de la familia de Ana. Y así, entre sorpresas y celebración continua pude realizar una sesión de horas de fotografía de bodas de esas que no se olvida. El reportaje fue de la fiesta, no querían fotos de pareja, simplemente disfrutar de su día, sin mesas asignadas y con una barbacoa.
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